"EL PERRO DESAFINA"

El doctor Hipólito J. Paz le escuchó un día reflexiones sobre las limitaciones de la función pública y las exigencias de que es objeto en hombre de Estado:

-- Me contó cierta vez una historia con la picardía que sabía poner en sus gestos y en la entonación con que la acompañaba. La historia ocurría en un circo. Aparece el artista con su perro amaestrado, sube por una escalera empinada con el perro parado en una pata sobre su cabeza; llegan al final y allí le entrega al perro un violín, entonces el animal parado en una pata ejecuta una pieza de Toscanini. Termina el concierto y hay un hombre en la primera fila con ceño adusto que no aplaude y comenta a voz en cuello: “¿Se han dado cuenta que en la última nota el perro desafinó? ¿Cómo pueden aplaudirlo?”.

--Así es la suerte del gobierno, me dijo.

De “La chispa de Perón”, Fermín Chávez, Cántaro Edit., 1990, pág.52

jueves, 18 de marzo de 2010

LA “MIERDA OFICIALISTA” DEL “CARA-LIBRO”

Quienes hemos trajinado muchas marchas y hemos colmado muchos estadios y plazas no somos ni esclavos del número -que sabemos fluctuante-, ni presas fáciles de un asombro pavote ante convocatorias evanescentes. No obstante, la noche del pasado viernes 12 de marzo asistimos en la Plaza de Mayo a una movilización popular que tuvo y tiene aristas muy interesantes. Nacida y reclamada a través de la red social Facebook por los televidentes de “6-7-8”, la convocatoria apenas si tuvo el auspicio del propio programa, cuyos periodistas -salvo Sandra Russo- se limitaron a anunciarla a último momento cual si se desentendieran de su suerte. Demasiado tarde, sin embargo. Sucede que el público, que sigue con avidez sus envíos y mantiene con el “Fútbol para todos” el mismo vínculo que un sediento con el desierto, se auto-convocó a defender el “proyecto nacional y popular” en una hora de extrema agitación mediático-golpista. Es cierto: otros tantos miles se habían reunido en esa misma semana frente al Congreso y unos cuantos más fuimos a Ferro a combatir “la conjura de los necios”, ese programa apocalíptico mezcla de apatía, insolidaridad y darwinismo social. Pero a los indignados que colmaron la Plaza la otra noche los juntó el “cara-libro”, esa idea menguada de la identidad que supone que una biografía cabe en los pocos renglones de un “muro”. Y es que “6-7-8” viene cultivando un fino olfato político, y sus “fans” han “copado” el Facebook convirtiéndolo en una herramienta de identidad comunitaria y de aglutinamiento transversal. En medio de un periodismo canalla y servil que, a través y por todos los medios a su alcance, busca “la desesperanza y la humillación espiritual” de nuestro pueblo, “6-7-8” ha reunido a un puñado de valientes que honran la profesión y la vocación por la verdad, y por eso sus nombres fueron vivados el viernes por los miles de agradecidos que se sienten interpretados por sus voces. “La mierda oficialista” es algo más que la reapropiación voluntaria y orgullosa del epíteto que fue lanzado con la intención de herirnos: es un milagro de comunicación virtuosa en donde se integran lo irónico y lo didáctico, la mofa leve y el profundo develamiento del interés soez que pretende hacer suya la palabra pública. ¡Qué improbables parecen ahora esas mesas severas de publicanos cariacontecidos por el devenir social, y de tribunos genuflexos ante “la extenuación corporal y la decrepitud de la anemia”! Este enmohecido set televisivo se ha convertido en la “habitación del pánico” visitada por “doctores” y “especialistas” que se someten mansamente al circuito cerrado de sus propios desprecios y prejuicios. Es el último escalón en la pirámide de la idiotez: el de los seres irremediablemente individuales. Afuera, en las plazas, retumban los cantitos aggiornados y las puteadas renovadas que los tienen como destinatarios. Hay alegría, hay “buena onda”, hay miradas que buscan conectar con el hermano desconocido que vive en la otra cuadra o en el mismo edificio, pero también hay preocupación y hay palabras de alerta para no dar ni un paso atrás en todo lo conquistado. Pero, ¿por qué tanto entusiasmo si la batalla es tan desigual y difícil? Nos lo explica, una vez más, Scalabrini Ortiz: “Los más perentorios anhelos populares y los inmarcesibles ideales nacionales, que son tan duros y resistentes como los yuyos del campo, vuelven a reverdecer en cuanto caen cuatro gotas de esperanza”. Desde el 2003 a la fecha venimos bebiendo esas “cuatro gotas de esperanza” que son algo así como el néctar del futuro, una genuina ambrosía del porvenir.

Carlos Semorile

1 comentario:

  1. 6 7 y 8 está calando hondo. Está llegando hasta gente que en un principio decía que no le gustaba el programa. Y no es mérito de 6 7 y 8 sino de TN, América, Radio Mitre, etc... Es que es tan patético lo que están haciendo algunos periodistas que se la dejan picando a 6 7 y 8 para que la mande a guardar. Y lo de la autoconvocatoria del otro día es un capítulo aparte. Por la multitud que fue sorprendió a todos los presentes y también a los que no pudimos ir. Se ve que los que nos cansamos de comer vidrios somos muchos.

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